Por Joe Ketterer, director de calidad y eficiencia
La renovación del césped, que consta de una secuencia de operaciones en el momento adecuado, como aireación, cobertura y resiembra, ayuda a aumentar la salud y la viabilidad del césped. Este proceso tiene lugar a fines del verano o principios del otoño, cuando la temperatura del aire suele ser más fría, pero la temperatura del suelo aún es lo suficientemente cálida como para promover buenas tasas de germinación, suponiendo que haya suficiente humedad disponible.
El costo de la semilla aumentó un 200% con respecto al año pasado, lo que significa que es más importante que nunca asegurarnos de obtener el mejor retorno de la inversión de nuestros clientes. La comunicación es clave para equilibrar el presupuesto del cliente con resultados de alto impacto. Esto puede justificar una conversación sobre la priorización de áreas para renovar en lugar de proponer una renovación de toda la superficie de césped, creando mapas detallados para que los equipos los sigan de modo que centremos nuestra atención en las áreas correctas.
Otra forma de mitigar los costos mientras se mejora el aspecto y la salud del césped es realizar tratamientos químicos de rescate para elementos como la hierba de cangrejo, las malezas anuales de hoja ancha de verano y las juncias dos semanas antes de las operaciones reales de aireación y resiembra. Las aplicaciones químicas deben programarse con dos a cuatro semanas de anticipación para dar tiempo a que los herbicidas se “descompongan” y no afecten negativamente la germinación de la nueva semilla.
¿Por qué renovar?
Hay una variedad de razones por las que podemos sugerir una renovación del césped para abordar las deficiencias en una parte de la propiedad (o en algunos casos en toda el área de césped), incluidas, entre otras, las siguientes:
- Césped mal establecido en la instalación inicial
- Pérdida de densidad debido a la sequía, insectos o enfermedades
- Infestación de malas hierbas y pastos indeseables
- Tráfico peatonal excesivo o daños en la construcción
- Introducir nuevas variedades de césped que puedan soportar mejor el estrés ambiental
Pruebas de suelo
Una vez que determine la necesidad de renovar el césped, el primer paso es probar el suelo. No se puede exagerar la importancia de analizar el suelo y mantener el equilibrio adecuado de la química del suelo, ya que es un componente clave para el éxito de las operaciones básicas de aireación y resiembra. Una prueba de suelo, que debe realizarse a mediados del verano, brinda información valiosa, incluidos los niveles de nutrientes (el fósforo y el potasio son cruciales para el desarrollo de las plántulas); nivel de pH (idealmente entre 6,0 y 7,0); y la capacidad de intercambio de cationes (CEC), que es esencialmente una medida de la capacidad del suelo para atraer y retener nutrientes.
Con demasiada frecuencia en nuestra industria, este paso importante se pasa por alto debido al tiempo que lleva obtener los resultados y las recomendaciones de un laboratorio de análisis de suelos adecuado y confiable. El costo real de la prueba es insignificante en comparación con el costo de una renovación fallida del césped. Se pueden agregar nutrientes, fertilizantes o materia orgánica adicionales al área recién sembrada después de la renovación del césped para tratar de abordar los problemas de la química del suelo, pero en realidad esto debe hacerse a fines del verano antes de que comiencen las renovaciones. La solución ideal, como solemos decir, es hacerlo bien la primera vez y comenzar con el final en mente.
Programa de cuidado posterior
Ahora, es nuestro trabajo seguir los pasos adecuados para aumentar las posibilidades de tener una buena germinación y desarrollo de los pastos recién sembrados. La coordinación del riego, el corte y las aplicaciones químicas del césped es clave para una renovación exitosa a fin de reducir la competencia de malezas y allanar el camino para las plántulas recién germinadas.
Entonces, ¿qué podemos hacer para asegurar el éxito?
- Regar: tenga en cuenta la cantidad de lluvia natural y los niveles de riego y ajústelos según sea necesario para mantener la cama de semillas húmeda pero no sobresaturada para evitar la mortalidad de las plántulas. Una buena regla general es:
- Durante las primeras cuatro semanas: menos agua, más frecuencia
- Después de cuatro semanas: más agua, menos frecuencia
- Cortar: el hecho de que el césped sea nuevo no significa que no deba cortarse según sea necesario, sin embargo, debemos tener en cuenta algunas cosas:
- Comience con una altura de corte más alta para evitar dañar las nuevas plántulas.
- Evite dejar recortes excesivos, u hojas, si es más tarde en la temporada, porque pueden sofocar las plántulas y privarlas del acceso al oxígeno, la luz solar y la humedad.
- Reduzca el tamaño del equipo cuando sea necesario para evitar daños por el peso y el giro de máquinas pesadas, que pueden arrancar el césped y destruir las plántulas, dejando una zona calva antiestética.
- Fertilizar: trate el césped nuevo de acuerdo con los resultados de las pruebas de suelo y las leyes vigentes de manejo de nutrientes, con un fertilizante inicial completo que se debe aplicar al mismo tiempo que la siembra o un fertilizante con control de malezas post emergente solo si es necesario (permita un mínimo de 4-6 semanas durante las cuales las plántulas se han cortado 2-3 veces antes de usar herbicidas).
- Proteger: pídale ayuda al cliente para mantener los vehículos y equipos fuera del césped y reducir el tráfico peatonal al mínimo.
La renovación del césped es un proceso de eventos secuenciales que requiere atención a los detalles para obtener los mejores resultados de sus esfuerzos. Si se completó la renovación del césped según el libro, y el programa de cuidado posterior se siguió correctamente, debería tener un césped saludable que permanecerá inactivo en invierno y volverá más saludable que nunca en la primavera.